sábado, 18 de diciembre de 2010

Las rosas atraen a las hadas. Por eso si queremos ver hadas es bueno tener a mano aceite de rosas con lo cual ellas saldrán a la vista. Se toman 21 pétalos de rosa y se meten en una olla y se tapa. Deben quedarse en remojo, del primer día de luna llena hasta el último día de la próxima luna llena del mes siguiente. Esta agua de rosas se usa para perfumar el cuerpo y el cabello y para trabajos de magia de hadas. Ayuda en el amor y la fertilidad.

Seres Magicos

  • HADAS: Las hadas son pequeños seres luminosos protectoras de la naturaleza. A las hadas se las representa de la siguiente forma: seres femeninos, de apariencia hermosa y cara de ángel. Suelen ser seres pequeños de origen sobrenatural. Incluso poseen poderes mágicos. Tanto es así que muchas de ellas son representadas con una varita mágica. Y a través de ella emiten infinidad de chispas luminosas.
  •  DUENDES: Los Duendes son seres diminutos que viven en los bosques, entre las flores. Al igual que les ocurre a las hadas, adoran a la naturaleza. Por eso viven tan cerquita de ella, porque les encanta el contacto con ella y la libertad que ésta les ofrece. Por tanto, los duendes viven en medio del bosque, y sus casas son el interior de algún árbol o, incluso, el subsuelo de la tierra.
  • BRUJAS: Las leyendas, mitos e historias que circulan alrededor de las brujas son diversos y muy variados. Y es que ya no sólo por los poderes que se le atribuían atraen el interés de la gente. Su aspecto sombrío y lúgubre, su inseparable gato negro, su escoba, sus pociones,... todo el entorno de las brujas les da un aire misterioso que desde siempre ha llamado la atención.
  • GNOMOS: Los Gnomos son unos seres fantásticos, que miden entre los 10cm y los 25cm de estatura. Estos seres son excelentes conocedores de los secretos de la naturaleza y son como su alma. Son seres tremendamente astutos. Además de su apariencia diminuta, otro de sus rasgos característicos es su gorro puntiagudo. Gorro que, por cierto, casi nunca se quita. Y tampoco podemos olvidar la larga barba de los Gnomos varones